El Bar del Restaurante "El Cordero" es una pequeña joya adosada en uno de los laterales de tan noble edificio. Al entrar, somos partícipes de una ambientación muy cuidada, típica castellana. Pedimos 4 Vinos. Existen de cualquier tipo, denominación de origen y añada.
Al instante, el camarero se acerca y nos sirve una tapa calentita. No salimos de nuestro asombro, ya que en la zona de dónde venimos, los bares no se prodigan en viandas. Palillo en mano, lo probamos: unas tapas deliciosas. Así pues, instamos al camarero a que nos traiga una de las muchas raciones que nos ofrecen.
Deliciosas. A la hora de pagar, lo mejor. Un precio más que razonable por los servicios prestados, si tenemos en cuenta que el servicio y la calidad del local eran excepcionales. ¿Qué más quiere a tan solo 50 metros del Acueducto?